jueves, 19 de abril de 2018


UNA HISTORIA DE TERROR?

Mis últimos 2 años, 5 meses y 4 días han sido por decirlo de una forma no trágica y menos teatral, definitivamente diferentes y para ponerlo de una forma más clara  R E T A D O R E S, de esas veces que no queda de otra sino esperar lo mejor y confiar en que tu cuerpo responda, algún poder superior te de una empujadita y que salga lo mejor de una situación realmente inverosímil. 

Para no entrar con rodeos la cosa fue simple; este CUCI atacó con todo su arsenal en el 2016 que me llevó al hospital en situación crítica por varios días y una mala asistencia médica que me dejó a mi y a mi colón perforados, yeap.... perforados!!!  belleza médica conocida como fístula, para los amigos Ms. Fístula. 

Esta pequeña amiga ha sido por no decir lo menos complicada; mal ubicada, desordenada y un tanto violenta, nada fácil de lidiar para la gente del común. Mi mente explotó en emociones y como todo lo que viene sin ser solicitado toca abrirle un campo en la vida diaria porque sino la opción de perder la cabeza puede quedar a la orden del día.

Viajes médicos, exámenes, pruebas de las que no hay que hablar porque no hay necesidad, pasados meses, incomodidades y malos ratos, la cirugía dejó de ser opción y aquí me encuentro ahora intentando que una bomba química llamada Remicade (infliximab en el bajo mundo) sea la salvadora en esta herida maldita que no se quiere ir, Ms. Fístula es terca amigos míos, me ha dado guerra como nada, pero estamos en la lucha para erradicarla y poder dejar atrás esta etapa distinta de mi vida. 

Y así y todo con orejas de animal, buscando un poco de consuelo tuve que enfrentarme a la realidad de entrar a un hospital otra vez y esperar que no pasara nada crítico y que mi cuerpo recibiera bien la pócima de una curación milagro. Y así es como hoy, 1 día después de la "última" dosis me enfrento a mis pensamientos y a mi deseo que todo salga bien. Que Ms. Fístula empaque maletas y me deje por fin recuperar mi cuerpo como lo conozco, con mi colón defectuoso pero feliz, ya saben, viviendo la vida en mi normalidad. 

A todos los que saben la historia de esta tragicomedia y los que se han enfrentado conmigo a momentos difíciles gracias por su aliento, sus sonrisas y su aceptación de esta silvi un poco loca, un poco sensible, definitivamente bastante pequeña que ya no tiene miedo ni vergüenzas de hablar las cosas como son. El que quiera saber que pregunte, seguiremos en la lucha y hablarlo aligera la carga.

Crucen dedos, echen porras, que todo sirve en este viaje. Esperaremos que venga lo mejor, estaré informando para el que quiera saber y también para el que no. T R I U N F A R E M O S