domingo, 12 de abril de 2015

CARTA A MI PANZA


Querido colon:

Hace ya mucho tiempo que tenemos una relación difícil y quiero disculparme contigo porque he dirigido toda mi frustración y rabia contra ti, cuando realmente el que ha sufrido has sido tu mismo. Somos parte de un equipo y debemos estar más que nunca unidos; aún busco descifrar como es que estás bajo constante ataque, ya es suficiente. 

Me apena decirte que tienes que seguir aguantando, tienes que resistir, por ti y por los dos. Somos un equipo y ahora que puedo reconocerlo, te envío todo mi apoyo para poder superar cada batalla. Te amo querido colon y no quiero perderte, eres una parte importante de mi y espero que tengas la mejor vida posible; yo me comprometo a ayudarte en todo lo que pueda. Lamento que durante tantos años no viera la realidad, mi dolor se reflejaba en ti y a ti puedo sentirte, puedo ver cuando no estás bien y aunque te haya maldecido y hayan salido tantas lágrimas, creo que es momento de parar. Ha sido duro, no lo niego, y suele pasarnos que descargamos la tristeza en aquello que vemos, como tu.. lo siento. 

Es difícil aceptar aquellas cosas que no puedes ver, sabes? y a nuestro atacante, el sistema inmune no puedo verlo!! no es como la sangre que al lastimarte la ves, no es como cuando tu te sientes mal te inflamas y sientes dolor, no puedo ver a los glóbulos blancos corriendo por mi cuerpo!! no puedo querido colon. 
Prometo de ahora en adelante ser más consiente de nuestra situación, de procurarte cariño y hacerte sentir amado y parte del equipo. Haces un buen trabajo cada día a pesar de las adversidades que tienes que soportar, quiero que seas feliz y estés sano.

Cada vez que te sientas mal voy a estar aquí para cuidar de ti y procurar que te recuperes pronto, se que nunca serás el mismo que cuando éramos niños, pero nos merecemos toda la felicidad no crees? Seamos fuertes juntos, y quizás si los linfocitos nos ven animados se animen a jugar nuestro juego.

Te amo! eres especial para mi y te conozco mejor que nadie.

p.d. Triunfaremos, por todos aquellos que han sentido lástima de nosotros, por todos aquellos que te han perdido y tienen que vivir sus vidas extrañándote, por los que nos han amado sin importar los malos ratos, por los que empiezan esta lucha.